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Más vale mujer muerta que mala madre viva

  • anteojosvioletas
  • 3 may 2017
  • 2 Min. de lectura

Los opinólogos y su lengua de fuego se ven a sí mismos como paladines de la justicia y con esa vehemencia toman su virtual martillo de juez para exonerar o condenar a una persona sobre la cual no tienen ni la más remota idea.

Me hartan los charlatanes, los que piensan que se las saben todas, los que quieren dar cátedra de cosas que tocan de oído, los que carecen de humildad, los lobos con voz de cordero. Aquellos que profesan esa (in)sana costumbre argentina de opinar sin informarse.

Hace algunas horas apareció en la ciudad Erica Romero, la mujer que era buscada desde el jueves pasado. Apareció sana y salva y aparentemente sin signos de haber sido forzada a irse de su casa. El hecho es que, no sólo en este caso, sino cada vez que aparece una mujer con vida tras suponerla víctima de femicidio, se desata una violencia inusitada en las personas.

Se indignan porque ese clic en “me gusta” o “compartir” en su foto haya sido en vano cuando la idea de visibilizar esas fotos es justamente que esa cara tome tanta repercusión que no quede otra que dar con su paradero y devolverla sana a sus seres queridos. Sin embargo, parece que cuando esto sucede genera frustración y odio.

Hace poco y en otras circunstancias, escuché a una persona que comparaba esta ciudad con el pueblo de Springfield y me reí mucho porque me pareció una comparación extremadamente acertada por diversas cuestiones. Ahora esto viene a mi mente cuando veo que aparece una turba iracunda con comentarios insólitos, pretendiendo que la mujer le dé explicaciones a la sociedad. ¿¿¿¿¿¿¿???????

La gente no sabe bien qué pasó pero aun así opina y se enfurece. ¡Y mirá que hay causas para protestar y enfurecerse en este país! Ahora le gustaría que como castigo por su irresponsabilidad de preocuparla de verdad la violen y la maten. Leyeron por ahí que tenía dos hijos, entonces la acusan de abandónica, mala madre, basura, insensible y vuelven a desearle la muerte. Tampoco es que a alguien se le ocurra pensar dónde estaba el padre. No, no estamos hablando de eso. Estamos hablando de que ella es madre y el hecho de que salga y forme pareja nuevamente resulta obsceno, indigno, deleznable.

Incluso leí comentarios en defensa de la policía -Sí, la misma fuerza que puso trabas para encontrar a Araceli Fulles y que todavía oculta el paradero de Marita Verón y cientos de mujeres más en condiciones de esclavitud- exigiendo que ella les pague por los servicios mal gastados en su causa porque supuestamente estaba de joda. ¿Qué no es acaso responsabilidad de la policía encontrar personas desaparecidas?

No intento enarbolar una defensa sistemática de esta mujer, no sé nada sobre ella, desconozco en qué circunstancias dejó su casa. Sólo me alegra que esté viva y que no le haya pasado nada malo.

Nada más quise detenerme a pensar en la violencia de la gente, esa que dice que no es machista (pero feminista tampoco porque “ningún extremismo es bueno”), esa que hoy pide la muerte y violación de esta chica que apareció y que seguramente mañana, hipócrita, se pondrá la foto de perfil con el cartel de Ni una menos.


 
 
 

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"El opresor no sería tan fuerte si no tuviese cómplices entre los propios oprimidos". Simone de Beauvoir

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